viernes, 19 de diciembre de 2008

El Ciberespacio y el potencial tecnológico

El potencial tecnológico de los recursos informáticos, comunicativos y multimedia, ha permitido elaborar un espacio de construcción para su desarrollo. Ese espacio se ha denominado el ciberespacio.

En 1984 William Gibson escribe su novela "Neuromante 21", la cual ofrece un acercamiento a los nuevos mundos informáticos, creados por realidad virtual. Estos mundos muestran que el ciberespacio no se reduce a líneas de código, datos, señales eléctricas, compilación de información. Los aspectos descritos se refieren a la parte formal que hace posible el funcionamiento de una computadora. Sin embargo el ciberespacio es construido a través de las distintas experiencias que emergen de los intercambios con los contenidos creados en ella (Turkle, 1997, p. 55).

El ciberespacio es un escenario mágico en el que "cobran vida" experiencias de todo tipo. También es un medio en el que se puede proyectar ideas, sentimientos, eventos y fantasías. En opinión de Turkle esta posibilidad del ciberespacio permite observar que la computadora se ha convertido en algo más que en una herramienta para el trabajo o la educación. Es un espejo del mundo, el cual se puede atravesar (Turkle, 1997, p. 15). Por ejemplo, un programa de televisión llamado "Reboots" muestra las peripecias de un grupo de personajes del ciberespacio que se encarga de cuidar la computadora en la que viven de los virus que la pueden atacar. Este programa es un ejemplo de robots construidos en el ciberespacio, reflejan emociones, movimientos, hablan y se expresan.

El ciberespacio permite describir y habitar mundos virtuales que trascienden la ciencia-ficción y en la actualidad forma parte de las rutinas cotidianas. En este espacio se puede hablar, intercambiar ideas y asumir personajes creados por uno mismo.

La manera en que se crea y se experimenta en el ciberespacio, permite un acceso más frecuente y natural, se fomente una cultura de la simulación; las experiencias sobre Internet figuran de forma prominente en la vida actual y con ello se erosionan las fronteras de lo establecido como real y virtual. En los intercambios con los recursos tecnológicos se realizan rutinas diferentes, se comparte con personas conocidas o no, se cambian los nombres y las apariencias; así se crea a veces una sensación de la inexistencia de una persona detrás de otra computadora; se asume el personaje y su espacio como real.

El mundo del ciberespacio permite programar, navegar, escribir, construir experimentar o comunicar. Estas funciones ilustran las nuevas experiencias de los seres humanos con las máquinas, posibilitadas por las actuales tecnologías de la información y de la comunicación. Estas experiencias permiten que la sociedad de la información introduzca en las formas de pensamiento actuales "los términos de fluidez, emergencia, descentralización, multiplicidad, flexibilidad y estar siempre en proceso" (Turkle, 1997, p.332), con los cuales se prepara las nuevas visiones de mundo que integran al ciberespacio.

El ciberespacio reúne las características de flexibilidad en la producción de sus mundos virtuales. Esta producción se realiza en virtud del potencial tecnológico que acompaña a los programas y a las computadoras, así como los diseños creados. Sin embargo, los mundos virtuales reflejan espacios en los que intervienen múltiples intereses. Por ejemplo, en la Internet es posible encontrar sitios de simulación e investigación científica, juegos digitales, artículos de temas variados, información sobre literatura, música, derechos humanos, política, economía, o compañías, así como otros que promueven un tipo de información diferente, tales como los de pornografía o xenofobia, entre otros.

Esos diversos intereses entran en escena en los centros educativos, en el trabajo, en la familia y en la diversión. Lo anterior muestra que la tecnología se involucra en la vida cotidiana para transformarla. Se indaga en Internet sobre un tema para encontrar aportes actuales, se navega para explorar otros sitios y compartir con personas, así como para crear o utilizar programas adecuados para ciertos objetivos.

Cada vez es más natural la incorporación del ciberespacio a los procesos de aprendizaje, ya que no sólo se convierte en un espacio de exploración o creación, sino también en uno de difusión. Niños, niñas, jóvenes y adultos quieren compartir sus producciones con otras

personas usuarias, y, al mismo tiempo, recibirlas. En este proceso no hay reglas claras y definidas sobre el tipo de sitio y de información que se puede obtener o enviar al ciberespacio.

Hay algunas formas de control para la publicación o el acceso a los sitios, los cuales pueden ser utilizadas en Internet. El control externo se ejerce por imposición o legislación de los países o sistemas institucionales. Desde dentro también puede ser regulada a través de programas que filtran la información recibida, por ejemplo el "cyber patrol", entre otros.

Además la protección de las personas usuarias se lleva a cabo mediante el establecimiento de normas claras de difusión, por ejemplo:

♦ Establecer la autenticidad del documento

♦ Poner fecha

♦ Prevenir las transformaciones ajenas del texto

♦ Delimitar los sitios de divulgación


♦ Legislación sobre derechos de autor



♦ Reflexión y normativa ética.


Otro mecanismo de control utilizado en la Internet es de carácter personal; consiste en aprender a tomar decisiones sobre lo que se quiere buscar y tener acceso en el mundo de la información. Éste es un mecanismo que puede ser aplicado en los procesos pedagógicos, ya que el personal docente está en contacto con sus estudiantes y puedan facilitar la apropiación de ciertos criterios morales para el uso de la Internet.

La navegación ilimitada que ofrece el ciberespacio es el reto principal para el personal docente. Este se encuentra con el difícil dilema de aprovechar el potencial que este escenario le ofrece para enriquecer sus procesos pedagógicos en el aula. Sabe que cuenta con la tecnología y tiene que utilizarla con sus estudiantes. Una manera de aprovechar la Internet es mediante actividades planificadas en las que se tenga claro el objetivo que se persigue y los sitios, previamente definidos por el personal docente, en los que se pueda consultar alguna información.

Internet no es la panacea, ni siquiera es un medio educativo conveniente en todas las situaciones de enseñanza y aprendizaje. Sin embargo, como herramienta, puede facilitar un

acercamiento del personal docente a sus estudiantes, a sus colegas e incluso a la comunidad a través de formas de comunicación asintónica e interactiva.

La Internet ofrece distintos espacios de comunicación que pueden ser utilizados pedagógicamente. La primera época se caracteriza por los siguientes medios:

♦ Telnet, medio básico de comunicación con modem.

♦ FTP, medio básico de transmisión de archivos.

♦ E-mail, correo electrónico.

♦ Listas, medios de discusión en grupo

♦ News, grupos de noticias o foros de discusión.

♦ Chat, charlas interactivas

♦ Finger y whois, sistemas de búsqueda de direcciones de electrónico.

♦ Wais y Gopher, sistemas de distribución de información.

♦ Hytelnet, sistema de navegación de hipertexto, poco visual.

A partir de 1995 muchos de estos medios de Internet son transformados por otros. Aparece el formato de texto conocido como HTLM, el cual es un lenguaje que permite construir mensajes que pueden utilizar diversos programas. La videoconferencia se incorpora al espacio de Internet entre 1993 y 1994, así como la televisión, los entornos virtuales y la intranet, una red local que funciona como Internet y que ofrece diferentes servicios: correo, intercambio de archivos, videoconferencia, agenda, entre otros.

La Internet es el ejemplo más representativo de la unión del potencial tecnológico y el ciberespacio. Significa además el escenario pedagógico en el que cobra vida las transformaciones educativas asociadas con la incorporación de los recursos tecnológicos informáticos, telemáticos, comunicativos y de multimedia. Permite tener presente la necesidad de considerar las capacidades de los distintos recursos para poder aprovechar al máximo las opciones que ofrecen las distintas tecnologías, así como su relación con los objetivos pedagógicos que se plantee el personal docente. Al mismo tiempo ofrece la posibilidad de reconstruir y transformar los medios tradicionales de transmisión y construcción del conocimiento al facilitar un ambiente de aprendizaje interactivo que conduce a la autorreflexión y autoaprendizaje.

Fuente:

Dra. Jacqueline García Fallas. El potencial tecnológico y el ambiente de aprendizaje con recursos tecnológicos: informáticos, comunicativos y de multimedia. Una reflexión epistemológica y pedagógica. Revista Electrónica "Actualidades Investigativas en Educación". Volumen 3, Número 1, Año 2003