Hace ya algún tiempo que se viene escuchando este concepto, que creo, tendrá grandes repercusiones en el mundo de la enseñanza en un futuro próximo, siempre y cuando se solventen algunas dudas que a día de hoy todavía no tienen una respuesta lo suficientemente satisfactoria para los usuarios.
Lo explicaré: el concepto de trabajar en la nube (cloud computing en su acepción original) se basa en la idea de trabajar (siento la redundancia) con aplicaciones que o bien no están instaladas en nuestros equipos personales, o bien que guardan los datos de trabajo en servidores externos, por lo que ya no sería necesario disponer siempre de nuestro propio equipo para desarrollar nuestro trabajo al poder acceder a todo el software necesario así como a los datos que hemos generado desde cualquier equipo que tenga acceso al servidor donde se guardan dichos datos.
Este concepto es el que actualmente defiende, por ejemplo, Google, y en él se va a basar su próximo sistema operativo, que pasará a depender menos de la capacidad del disco duro del ordenador de trabajo dando mayor importancia a la conectividad del mismo para poder acceder a los datos que guardemos en Internet. Otra repercusión fundamental la tendrá sobre los modelos actuales de trabajo colaborativo en web, que se verán ampliamente reforzados por este modelo al poder realizarse el trabajo mediante equipos de trabajo que tendrán acceso a los mismos documentos que podrán modificar, ampliar, etc.
En realidad, hablamos de tres modelos diferentes al referirnos a cloud computing, los cuales tienen grandes diferencias en lo que se refiere a la privacidad y garantías de seguridad que el cliente final tiene sobre los datos que se guarden en la red. Son los siguientes:
- Software as a Service (SaaS): En este modelo hay una empresa que alquila, durante un tiempo determinado, un espacio en sus servidores en el que el cliente puede colgar sus datos, siendo la empresa proveedora de espacio la responsable de mantener los servidores. Es en este nivel donde surgen mayores dudas, puesto que en realidad se está ofreciendo a una empresa muchos datos (personales, empresariales, etc…) y se debe tener por lo tanto una absoluta confianza en que el servicio que se va a recibir es lo suficientemente profesional como para garantizar que no se van a producir pérdida de datos, fuga de los mismos, y que en el momento en que se rescindan los servicios contratados se evitará que se puedan producir ninguno de los problemas que hemos comentado.
- Infrastructure as a Service (Iaas): En este modelo no se alquilan los servidores sobre los que se guardan los datos y las aplicaciones, sino que se adquieren los mismos, de manera que el nivel de seguridad que obtenemos es mucho mayor. Este modelo, como es lógico, es mucho más costoso por lo que implica la compra de los servidores y el mantenimiento de los mismos, que ya no es realizado por una empresa externa que no tiene acceso a los datos que guardamos en ellos.
- Platform as a Service (PaaS): Este modelo, muy parecido al SaaS, difiere del mismo en que la empresa a la que se alquilan los servidores ofrece así mismo un servicio que cubre todo el ciclo de vida del software que se instala en los servidores. Ofrece por lo tanto la posibilidad de crear aplicaciones personalizables que son mantenidas por la empresa proveedora de servicios, recibiendo por lo tanto el cliente un servicio integral y personalizado sin tener que preocuparse por el mantenimiento de los servidores ni aplicaciones. Al depender de una empresa los inconvenientes que hemos detallado en el modelo SaaS también se reproducen aquí.
La cuestión, dentro del mundo educativo, es que tenemos la obligación legal de tratar con seguridad todos los datos que conciernen a nuestros alumnos así como del trabajo que realizamos con ellos. ¿Podemos estar realmente seguros de que estos datos recibien el tratamiento adecuado cuando los colgamos en un servidor en Internet? A priori esta pregunta tiene una difícil respuesta, puesto que en el mundo actual, a no ser que trabajemos con proveedores que ofrezcan las máximas garantías nos podemos encontrar con que contratemos los servicios con una empresa que posteriormente los subcontrate con otra, que no ofrezca las mismas garantías ni seguridad.
Supongo, aunque es mucho decir puesto que no dispongo de esta información, que debe existir algún organismo oficial que actúe como garantía ante los abusos que ante este tipo de servicios podemos sufrir, pero a día de hoy yo todavía no me podría sentir totalmente seguro si toda la información que guardo en mi equipo estuviese colgada en un servidor de Internet.
Una vez visto esto, tengo serias dudas de si el modelo de cloud computing ofrecerá las garantías suficientes en un período de tiempo corto, sobre todo con las aplicaciones gratuitas, al mismo tiempo que supongo que las aplicaciones de pago (y por lo tanto se supone que más seguras) serán más económicas que los modelos actuales en los que se deben pagar licencias de uso por los programas que tenemos en nuestros equipos.
Y tú, ¿qué piensas de todo esto?
Javier Gómez Torres, Editor de TIC de Grupo SM, http://tecnofilos.aprenderapensar.net/
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